¿Te cuesta conseguir trabajo como freelancer porque no tienes experiencia? En este artículo encontrarás la solución, paso a paso, para entrar al mercado, posicionarte y hacerte notar rápidamente.
Empezar una carrera como freelancer es difícil, no sabes bien por dónde empezar ni cómo hacer para conseguir clientes, máxime cuando no has trabajado antes o recién terminaste tus estudios.
Haber tenido empleo te puede ayudar a armar un portafolio de trabajos que puedes mostrar a tus clientes potenciales, aunque la experiencia como empleado es muy diferente a la que se requiere como freelancer, ya que un trabajador independiente no sólo debe ser bueno en su oficio sino que necesita desarrollar habilidades de negociación, administración y marketing para mantener un negocio estable.
Al iniciar tu carrera como freelancer debes tener en cuenta tres cosas:
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Serás un empresario. Tienes que portarte como tal y proyectar una imagen que transmita confianza.
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Tendrás que invertir tiempo y dinero. Olvídate de las cosas gratis o sin esfuerzo, pero ten presente que tus gastos serán muchísimo menores a los que tendrá una agencia o cualquier negocio tradicional.
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Lo mejor sucederá después. No necesitas – ni puedes – empezar a lo grande, es natural que al inicio tus herramientas sean algo modestas y poco a poco vayas afinando y mejorando los aspectos que funcionan mejor para ti. Si el primer día de levantamiento de pesas tratas de cargar 80kg, te vas a lesionar. Esto es igual.
Los pasos que vas a leer a continuación están basados en mi propia experiencia como freelancer y en haber ayudado a más de un centenar de alumnos de últimos ciclos y egresados de carreras creativas a insertarse, con excelentes resultados, en el mercado laboral y conseguir buenos clientes.
Contenidos
1 Evalúa tus habilidades
Lo primerísimo que debes hacer, antes de tomar cualquier decisión, es saber qué vas a ofrecerle al mercado. No se trata de cómo se llame la carrera que has estudiado, sino lo que sabes hacer bien. ¿Tu fuerte es el diseño… de qué? ¿Identidad? ¿Empaques? ¿Publicidad? ¿Web? ¿Sabes programar en lenguaje de servidor o de cliente? ¿Los dos? ¿Sabes lo necesario sobre usabilidad? ¿Si ilustras, qué estilo dominas? ¿También animas? ¿2D o 3D?
Hazte preguntas que te ayuden a definir claramente qué es lo que haces muy bien. Si llegas a la conclusión de que no dominas nada o que sabes un poco de mucho, te va a ser más difícil competir con otros profesionales especializados, pero esto se solucionará en el camino.
Tranquilo, de todas formas no es realista que un diseñador sea experto en un tema sin tener experiencia, a lo mejor tiene mucho talento, pero eso puede llegar a ser contraproducente. El talento, si no está refinado, sólo sirve para hacer arte. El diseño requiere que el talento sea aplicado a algo funcional y para lograrlo necesitas practicar y ganar habilidad.
Ya sea que tengas un gran talento o estés en camino de desarrollar una gran habilidad, es importante que identifiques cuál es. Escoge una especialización sobre la que vas a construir tu carrera y no temas limitarte, que no estarás excluyendo el resto de áreas, sólo necesitas un buen pilar como soporte para tus otras capacidades. Si no sabes lo que es una Propuesta Única de Venta, no dejes de leer este artículo.
2 Define tu mercado
Una vez que tengas en claro cuál es el servicio que vas a ofrecer, el siguiente paso es definir a qué público te vas a dirigir. Empieza por lo más básico: ¿Serán personas o empresas? Ten presente que si una persona tiene un negocio propio, por más que se trate de un unipersonal, es una empresa. Existe una gran diferencia entre B2B y B2C y la forma en la que te presentarás como proveedor va a ser distinta para cada caso. Si eres fotógrafo, puedes dedicarte a la fotografía de bodas y trabajar en matrimonios o puedes especializarte en fotos de alimentos y ofrecer tus servicios a restaurantes, por ejemplo.
3 Crea una marca
Cuando ya tengas definido cuál es tu mercado y qué vas a ofrecer, lo siguiente será crear una marca que represente las soluciones que brindas. Recuerda que recién estás empezando, así que no pierdas mucho tiempo en desarrollar el mejor logotipo de tu carrera, en esta etapa basta con que sea decente y que se entienda. Tus iniciales o tu nombre con una tipografía moderna y fresca pueden ser suficiente en este momento.
Más importante que tu logotipo son tus herramientas: tarjetas personales y sitio web. No les creas a aquellas personas que dicen que las tarjetas de presentación son una antigüedad y que terminan en la basura. Una tarjeta de presentación bien diseñada demuestra que tú valoras tu actividad, ayuda a romper el hielo y crea una conexión más humana con tus prospectos.
Ten presente que los colores, formas y tipografías que elijas para tu logotipo y tarjeta personal deberán ser coherentes con el diseño de tu futuro sitio web.
4 Recopila tus trabajos de estudiante
Como todavía no tienes experiencia, se supone que no tienes trabajos reales que puedas colocar en tu portafolio, pero seguramente debes tener ejercicios que has realizado como estudiante y que deben tener una calidad aceptable. Busca entre tus archivos aquellos proyectos que destaquen más y trata de mejorarlos lo más que puedas. Selecciona sólo lo mejor teniendo en mente siempre que tu portafolio será tan bueno como la peor pieza que incluyas en éste.
5 Haz proyectos voluntarios (reales o ficticios)
Si todo el mundo quiere que tengas experiencia para contratarte, ¿de dónde la vas a sacar? Puedes romper esta paradoja si empiezas haciendo proyectos de forma voluntaria. ¿Quieres ganar experiencia haciendo logotipos? Pues haz logotipos. ¿Quieres mejorar tus habilidades diseñando sitios web? Pues haz sitios web. No esperes que alguien te lo pida, eres totalmente libre de realizar cualquier proyecto para la marca que desees y ponerlo en tu portafolio, sólo recuerda especificar claramente que se trata de un ejercicio y no de un cliente real.
Tal vez quieras darle una mirada a Briefbox, un sitio web en donde encontrarás briefs ficticios con los que puedes practicar y recibir retroalimentación. No esperes ningún pago pues no son proyectos reales, pero te puede servir para nutrir tu portafolio.
También puedes ofrecer tu talento y habilidad gratuitamente a algún emprendedor o negocio pequeño que quieras apoyar, siempre y cuando no sea el cliente quien te pida que trabajes gratis.
6 Arma tu portafolio web
Tener un sitio web es fundamental. Si aún no lo tienes, compra hoy mismo el dominio .com de tu nombre y contrata un hosting para alojar tu portafolio. Dreamhost es una buena opción.
IMPORTANTE: Ni se te ocurra contratar un hosting gratuito o de esos muy baratos. Nada que cueste menos de 10 dólares al mes estará bien. Lo único que vas a conseguir es que tu sitio se caiga constantemente o que tus páginas se llenen de banners y popups publicitarios. Eso da una pésima impresión. Si no eres capaz de conseguir 100 dólares al año para tu negocio, entonces quizás todavía no estás preparado para ser freelancer.
Cuando tengas tu dominio y hosting, instala WordPress y carga una plantilla para mostrar tu portafolio. No es necesario que gastes en un diseño Premium, si buscas en Google “free wordpress portfolio themes” encontrarás varios sitios que reseñan buenas plantillas gratuitas que puedes usar y que, de momento, son suficiente.
Considera el contenido que ya tienes, es decir, tus trabajos de estudiante, tus proyectos ficticios y los que hiciste para clientes reales de forma voluntaria. Si quieres hacer una distinción entre tus proyectos de estudiante y ficticios de los que hiciste para clientes reales, que sea sólo si éstos últimos han sido más de tres, de lo contrario, sin son pocos, estarás haciendo énfasis en que tienes poca experiencia laboral.
En tu portafolio web también deberás colocar tus datos de contacto. No es necesario que redactes un currículum vitae y lo pongas en tu web, LinkedIn funciona muy bien para esto y es la mejor manera de hacer contactos profesionales. Los datos personales que deberás incluir en tu web son tu nombre, tu correo electrónico, tu usuario de Skype y el enlace a tu perfil de LinkedIn. No pongas tu perfil personal de Facebook, Instagram, Snapchat, Twitter, etc. si es que no son exclusivamente para promocionar tu trabajo. Todavía no eres una celebridad así que a tus clientes no les importa mucho tu vida personal.
7 Habla con tu círculo caliente
Existen dos clases de grupos de personas a los que puedes contactar para ofrecerles tus servicios: tu círculo caliente y tu círculo frío.
Se le llama círculo caliente a tus conocidos, a aquellas personas con las que tienes una relación cercana y en las que puedes ejercer algún tipo de influencia. El círculo frío está formado por las personas que todavía no conoces. Existe también un círculo tibio que es algo inestable y que está lleno de esas personas que viste un par de veces o que saben de ti porque tienen un amigo en común.
Tú harás más negocios con tu círculo frío básicamente porque ahí está la mayoría de gente y porque estas personas todavía no tienen una imagen preconcebida de ti. Tú podrás proyectar en ellos la imagen de un profesional que les va a salvar la vida… Pero todavía no.
Ahora debes enfocarte en trabajar tu círculo caliente. Asegúrate de que todas las personas que te conocen sepan que estás preparado para realizar bien tu trabajo y que sepan que tienen necesidades que tú puedes resolver. Publica en tus redes sociales que eres diseñadora gráfica, ilustrador, fotógrafa, o lo que seas, pon un enlace a tu portafolio y pídeles que les pasen la voz a sus conocidos.
No llenes de spam los muros ni bandejas de tus contactos, prueba enviándoles mensajes directos a las personas con las que tengas más confianza y pídeles que te tengan en cuenta cuando necesiten tus servicios. Verás que en algún momento alguien te va a pedir apoyo. Sólo ten cuidado con aquellas personas que quieren todo gratis:
8 Socializa en los lugares correctos
Conforme vayas agotando tu círculo caliente, necesitarás hacer contacto con personas que no conoces para que contraten – o compren – tus servicios. Esta acción se llama “prospectar”. Un prospecto no es cualquier persona, un prospecto es un cliente potencial al que tú has identificado previamente por tener ciertas características que lo hacen atractivo para atender. Puede ser el dueño de un negocio, un emprendedor que está por lanzar al mercado un producto, una persona que trabaja en el área de marketing de una empresa o que se encargue del departamento de recursos humanos, etc. Todas son personas que tienen una necesidad específica que tú como profesional puedes cubrir.
Alcanzar el éxito en tu carrera como freelancer va a requerir que hagas algunos ajustes en tu vida social. Recuerda que serás el dueño de un negocio que estará vivo las 24 horas del día y que tendrás que buscar constantemente ocasiones para prospectar.
Adapta tus actividades sociales y genera situaciones en las que tengas oportunidad de relacionarte con personas con las que te interese hacer negocios. Quizás sea mejor una reunión donde puedas conversar que ir a una discoteca donde haya mucho ruido. Formar parte de un club deportivo o inscribirse en algún curso no relacionado a tu profesión, por ejemplo, te va a ayudar a conocer a nuevas personas. Hago hincapié en que el curso no sea relacionado a tu profesión, pues si fuera así, en lugar de encontrar futuros clientes, te toparás con la competencia (aunque también puede ser que encuentres posibles colaboradores, pero eso será motivo de otro artículo).
9 Sal a vender
Presta mucha atención que éste es el paso más importante y el más difícil de dominar. Si realmente quieres ser un empresario exitoso en lugar de un empleado sin libertad, debes aprender a vender. Si no aprendes a vender, tendrás que acostumbrarte a recibir órdenes todos los días y a aceptar lo que la suerte te provea.
¡Ojo! Ten cuidado con aquellos gurús y coaches que apuestan al 100% por el marketing de atracción (o inbound marketing). Construir un negocio sólido requiere esfuerzo, cualquier cosa que parezca fácil o cualquier sistema que te prometa una lluvia de clientes de la noche a la mañana es MENTIRA.
El inbound marketing es una herramienta que funciona de forma fenomenal. Yo uso este sitio como una forma de atraer a clientes potenciales y que me conozcan, pero es porque yo ya sé vender, sé qué decirle a mis prospectos cuando me contactan para que adquieran mis servicios. Si crees que sólo es necesario un portafolio y un blog de contenidos con un ebook de regalo para convertirte en una presa atractiva, te han estafado. Eso lo podrás hacer después, cuando ya tengas reputación y domines las técnicas de venta.
Lo que sí es cierto es que algunas personas encontrarán tu sitio web en buscadores o redes sociales y te pedirán una cotización. Eso es parte del inbound marketing y posiblemente consigas algún cliente, pero la probabilidad es que, si no eres un profesional reconocido, se trate de negocios muy pequeños sin mucho presupuesto. ¿Acaso crees que una empresa grande se va a arriesgar con un diseñador del cual no tiene referencias? ¿Te imaginas a la encargada del área de marketing buscando un diseñador en Google cuando todos los días recibe llamadas y emails de agencias y freelancers ofreciendo sus servicios? Puede pasar, sí, pero es muuuuuuy raro.
Estás en un mercado muy competitivo. No puedes darte el lujo de tener una actitud pasiva y esperar a que los clientes piquen tu anzuelo. Si tú no sales a cazar, alguien más se quedará con tu presa. Ya habrá tiempo, más adelante, para pensar en técnicas más sofisticadas de prospección.
Y tú ¿ya tienes todo lo que necesitas para lanzarte al mercado como freelancer?
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